lunes, 31 de mayo de 2010

NO VIAJO EN TREN, VIAJO EN AVIÓN



Mi bautismo de aire fue este fin de semana. Convocados por la Primera Comunión de nuestro ahijado fuimos a Neuquén. La brevedad de tiempo que propone el viaje en avión nos sedujo a comprar los tickets (los que viajamos en micro compramos pasajes). Cuando me metí en internet la primera vez, no pude comprarlos. Recién a los cuatro días los compré y desde ese día comencé a experimentar unos nervios que fueron creciendo con el transcurso de los días.
Hay cosas que todavía nunca hice y como el tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos, me decidí a rendir el examen. El día anterior mis nervios se convirtieron en la necesidad de tomar una pastilla de carbón. Sí, no en vano al miedo le dicen “cagazo”.
Ese mismo día envié un mail a mis amigos y amigas para que me dieran valor. Uno de ellos estuvo muy gracioso: me dijo que volar era como el sexo: te entusiasmás, te ponés nerviosa, despegás, te sentís en el aire y finalmente cuando aterrizás terminás diciendo: ¡¿eso era?!
Saqué ventanilla. Me dijeron que si era primeriza me convenía apreciar la “vista”. Y así fue. Miré todo lo que pude. Y más cuando me mareé al despegar. Por suerte no llegué a hacer papelones.
Mi experiencia fue algo parecido a lo que me escribió mi amigo, pero con algunas modificaciones: mis nervios duraron todo el viaje, el de ida y el de vuelta. Los ruidos, turbulencias, subidas y bajadas, silencios, frenadas y dobladas en posición oblicua lograron que pensara y exclamará: ¡¡Aguante el micro!!
La verdad es que no lo disfruté. Es cierto que el tiempo se reduce considerablemente y que la vista desde el aire es maravillosa, pero ni eso logró hacerme cambiar de opinión.
Lo bueno es que sobreviví. Gracias a Dios, a los pilotos, y a la suerte que también es parte de la vida. Seguramente volveré a viajar en avión. Espero que la experiencia anterior me ayude a relajarme un poco, si esto no sucede quiere decir que nací para tener los pies en la tierra.

viernes, 28 de mayo de 2010


Nacimos para querernos. No me cabe ninguna duda. Cuando la vida nos cachetea nos damos cuenta que lo único importante es el amor. Ese amor que se manifiesta de mil maneras y en múltiples circunstancias.

La familia con su incondicionalidad, los amigos con sus palabras de aliento, las personas que nos acercan su saludo. Todo es amor encarnado: en acciones, en textos, en miradas,en palabras.

Solo el amor nos salva.

viernes, 21 de mayo de 2010

GRACIAS


Gracias por estar. Gracias por escucharme. Gracias
por acompañarme en este año tan duro.

Gracias a todos, muchas gracias!
Cris

LOS COLORES NOS ALEGRAN LA VIDA

Cuando la vida se te vuelve oscura nada mejor que encontrarnos con los colores. Estoy triste y muy cansada y buscar alegría en los colores está bueno.

CRÓNICAS COTIDIANAS: A EZEIZA EN TREN

Nos invitaron a un cumpleaños en Ezeiza. La agasajada cumplió 3 añitos y querían que fuéramos. Primer tema que se suscitó, quiénes iríamos. Con mucha alegría mis primos recibieron la confirmación de que allí estaríamos mi esposo y yo. Y si, nuestros hijos, ya grandes (son tres veinteañeros) nos dejan solos en las salidas. Dónde quedaron esos lindos niñitos que nos acompañaban a todos lados?!

Segundo tema, cómo llegar. Nuestros dos hijos varones tienen auto, pero uno estaba ocupado y el otro cursaba por lo que decidimos (sí, por lo menos déjennos creer que decidimos) ir en tren.

Vivimos en Bernal así que fuimos a la estación (hasta allí nos llevó nuestro hijo menor en el Sierrita). Sacamos los boletos. Esto es magnifico, desde Bernal se puede sacar ida y vuelta a Ezeiza por el módico precio de $ 3.70 c/u y eso que hay que hacer trasbordo en Avellaneda.

Diariamente viajo en colectivo. Hacía mucho que no viajaba en tren. Tanto es así que los asientos ahora son como los de los colectivos. La disposición de los mismos es toda una fila mirando hacia un lado y la otra hacia el contrario, o sea que los primeros que se ocupan son los que están en dirección al destino, si no llegaste a éstos te tocará viajar al revés con el consiguiente mareo si pasaste los 50. Yo casi me mareé, porque todavía no los cumplí. Me faltan dos largos meses!

Al instante que el tren se puso en marcha apareció un sinfín de vendedores. Mi esposo me advirtió, en ese momento, que ni se me ocurra empezar a comprarles. Asentí en silencio hasta que vino una nena como de 11 o 12 años junto a su padre. Ella cantaba y él la acompañaba con la guitarra, si bien en algunas partes hacía el coro, pero honestidad bruta, era preferible que se callara y dejara cantar a su hija. Lo cierto es que Priscila, así se llamaba, cantó con una voz preciosa. Yo, que tengo el oído un poco educado pues mi mamá es cantante lírica y de tanto escucharla cantar a ella y a otros tantos algo entiendo, me di cuenta que esta niña tenía impostación natural y un color y timbre de voz capaz de cautivarte. Lo que es la vida. Si algún productor discográfico o como se llame ahora, viajara en tren…

Cuando terminó lo miré a mi esposo que después de 25 años de casados ya sabe lo que quiero y sin que yo hablara me dijo resignado, cuánto le damos? La pregunta venía a cuenta que las monedas escasean y son de difícil acceso para quienes viajamos en bondi. Nosotros somos cuatro que lo hacemos diariamente, así que le dimos $2. Para mí súper ganados! No pensemos cuánto saca por día porque nos ponemos a cantar todos.

Cuando llegamos a Avellaneda, luego de vencer la tentación de comprarme colitas para el pelo, chicles, carilinas y llaveros linternas entre otras cosas, pasamos al tren eléctrico. Pasan alternados, uno con destino a Glew y otro a Ezeiza. Ni bien llegamos había un tren en el andén, pero la premisa era no correr pues era sábado y solo corremos de lunes a viernes para ir a trabajar. Así que al no poder leer el cartel que va adelante lo dejamos irse. Nos sentamos a esperar el otro y un señor no vidente hizo lo mismo. Mi esposo le preguntó a una señora que estaba cerca: ¿qué era? (se refería al destino). La señora contestó que no lo pudo ver. El ciego dijo también, yo tampoco lo alcancé a ver! Y se rió y nos reímos con él. Qué grande!

Nos contó que él tampoco tenía apuro porque ya había hecho su trabajo: entrenarse para correr. Era corredor. En una maratón que corrió en Santa Rosa, La Pampa, salió tercero.

Lo feliz que se lo veía. Seguimos charlando hasta que llegó el tren, el cartel decía Glew. “Este es el mío” se paró y sonriendo saludó para subir. Por suerte alguien le dio el asiento enseguida. No todo está perdido. Hay gente solidaria. Cuando partió mi esposo me dijo: “ y pensar que nos quejamos de tantas cosas! Con la señora que allí estaba nos miramos y comentamos ¡qué ejemplo de vida!.

Finalmente vino nuestro tren. Subimos y nos tocaron… asientos al revés! Otra ola de vendedores y gente que pide una ayuda para poder vivir. En Lanús subió una señora que repartió un papel escrito por ella en mitad de una hoja de cuaderno. Tenía varios que fue repartiendo uno a cada uno. El papel decía que en la vida no había tenido suerte y al no tener casa ni trabajo pedía nuestra ayuda para poder pagarse el hotel. Lo miré a mi esposo nuevamente y le dije: “¡te diste cuenta que son todos originales!” La mujer había escrito uno por uno los papeles y yo no podía dejar de imaginar con que esperanza habrá escrito cada uno. Y si, a ella algo también le di. Ya mi esposo me decía que nunca más viajaría conmigo en tren. Yo que lo conozco sé que no es verdad.

Por fin llegamos. Nos pasaron a buscar a la estación y disfrutamos de un hermoso cumpleaños familiar. La mesa que compartimos con mis primos y tíos con los que hacía mucho que no nos reuníamos, fue muy amena. Sí compartieron conmigo la partida de mi hermano y creo que este hecho nos dio ganas a todos de recuperar tantos años sin vernos. Es como si necesitáramos estar juntos, encontrarnos. La muerte de mi hermano fue un sacudón muy fuerte para la familia. Tenemos que hacernos tiempo para vernos, de eso se trata, de reunirnos. Pudimos hablar de lo que cada uno está haciendo y ponernos al día. Las penas y las alegrías. Los hijos de mis primos que no conocía, hay muchos chiquilines en la familia. La vida recién nacida se hace presente en estos chiquitos.

Con mi esposo decíamos que fue una verdadera Eucaristía. Una mesa donde se compartió y celebró la vida, haciendo memoria de los que ya no están físicamente con nosotros, pero sí viven en nuestros corazones y en tantos recuerdos compartidos. Pensamos que Jesús hizo lo mismo, compartió mesas y vida. Después con los seguidores y a lo largo de los siglos todo se fue desvirtuando y perdiendo el sentido. Es tiempo de recuperarlo.

Conclusión:

La vida sigue fluyendo con toda su fuerza.

La vida es intensa si nos damos cuenta.

Los milagros se suceden al lado nuestro si sabemos verlos.

Es tan grato vivir una Vida en Abundancia!! Jn 10,10

domingo, 16 de mayo de 2010

CELEBRA LA VIDA


No sé si soñaba, no sé si dormía
y la voz de un ángel dijo que te diga
celebra la vida.

Piensa libremente ayuda a la gente
y por lo que quieras lucha y se paciente
lleva poca carga, a nada te aferres
porque en este mundo nada es para siempre

Búscate una estrella que sea tu guía
no hieras a nadie reparte alegría

Celebra la vida, celebra la vida
que nada se guarda, que todo te brinda
celebra la vida, celebra la vida
segundo a segundo y todos los días

Y si alguien te engaña al decir te quiero
pon más leña al fuego y empieza de nuevo
no dejes que caigan tus sueños al suelo
que mientras más amas más cerca está el cielo

Grita contra el odio, contra la mentira
que la guerra es muerte y la paz es vida

Celebra la vida, celebra la vida
que nada se guarda, que todo te brinda
celebra la vida, celebra la vida
segundo a segundo y todos los días

No sé si soñaba no sé si dormía
y la voz de un ángel dijo que te diga...

Celebra la vida, celebra la vida
y deja en la tierra tu mejor semilla
celebra la vida, celebra la vida
que es mucho más bella cuando tu me miras

celebra la vida, celebra la vida...




http://www.youtube.com/watch?v=EJtilzXfm6Y

jueves, 6 de mayo de 2010

VOLVÍ CON UN DOLOR EN EL ALMA Y UNA TRISTEZA INFINITA, PERO VOLVÍ


Hace meses que no escribo en éste, mi espacio de expresión. Releyendo lo antes publicado parece premonitorio lo que pasaría: el 11 de diciembre mi queridímo hermano Alejandro (Alex, Ale, Alito) enfermó de pancreatitis y veintes días después falleció, justo el 31 de diciembre. La lucha fue brava. Él puso todo de sí. Nosotros también. Su familia, amigos y compañeros de trabajo estuvieron cada uno de esos veinte días acompanándolo, haciendo fuerza con él, rezando por su curación. Dije en mi perfil que soy una persona de fe. Recé a más no poder, hicieron cadenas de oración, vinieron varios sacerdotes de diferentes estilos de espiritualidad, todos hicieron oraciones por su salud. Finalmente murió. Para muchos tendría motivos más que suficientes para enojarme con Dios, pero les confieso, con el corazón en la mano, que no lo estoy. Creo que Dios lo recibió (no creo en la frase "Dios me lo quitó"), que Dulce , su hija, lo recibió y se alegró muchísimo, que él está gozando de la Vida eterna y está bien.
Obvio que lo que lo amamos estamos partidos en dos, se lo extraña tanto!! Queríamos estar con él por muchos años más. No pudo ser. En ese profundo Misterio que es la Vida, hoy no entendemos lo que sucedió. Era muy joven para morir. Sólo tratamos de aceptar, cada cual a su tiempo, que no es igual para todos, su partida.
No es fácil, nada fácil. Hay días que nos embarga la tristeza y cuesta quitarla. Hay momentos en el día que se nos hace muy difícil no extrañarlo. Nos ayudamos entre todos y nos ayudan los que nos quieren: amigos, compañeros, vecinos, gente que uno se cruza. Gracias a cada uno de Uds por su companía, gracias por simplemente estar. Es tan importante cuando nos pasan estas cosas!!!
Volví. A pesar del dolor y la tristeza, aquí estoy. Para seguir andando, con la firme intención de algún día transformar las lágrimas en una sonrisa. Es cuestión de tiempo. Ale vive en mí y eso es lo que cuenta!
Cris